lunes, 12 de diciembre de 2016

EDITORIAL


¡ Macana, macana, carajo !...

Estamos saturados de drogas, crímenes horrendos y delincuencia. Para reducir estos flajelos es necesario modificar las leyes, los códigos penales y procesales. Hay que eliminar de esos textos la libertad bajo fianza, en materia criminal; la libertad condicional y aumentar la pena máxima a cien años, para no decir cadena perpetua. Y si esto no funciona, ¡ carajo ¡…entonces debemos poner en marcha la silla eléctrica, la pena de muerte o para decirlo de una manera más civilizada, “el paredón”. ¡Macana, macana, carajo !... como decía un otrora contralmirante.


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